En Nuevo Berlín, ayer el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, fue consultado sobre la crisis hídrica y dijo que el Gobierno está tratando de manejar lo mejor posible las reservas y haciendo una obra que va a llevar 30 días, pero si no llueve, va a haber un lapso en el cual el agua no será bebible.
Recordó que 510.000 uruguayos de la zona metropolitana van a recibir dos litros por día de agua bebible y que el resto de la población puede comprar agua exonerada de impuestos.
El agua no bebible podrá usarse para lavar, para bañarse, saneamiento… menos para beber, dijo y agregó que el 5% del agua que se consume en cada hogar es para beber.
«Lo que más podamos ayudar para que la gente pueda tener agua bebible, lo vamos a hacer. Casi un tercio de los afectados hoy la van a recibir gratis; los otros dos tercios la van a tener sin impuestos», señaló.
“Nos hacemos responsables de lo nuestro. ¿Mirar para atrás y decir lo que no se hizo va a hacer que llueva? Todos sabemos lo que no se hizo”, comentó y añadió que una de las prioridades de este gobierno es la obra de Arazatí.